martes, 12 de julio de 2011

DONDE QUIERA QUE ESTÉS

Te pedí tantas veces con mi mirada que te quedaras, que permanecieras a mi lado, que ya no podía más. Te necesitaba tanto que sólo te lo podía transmitir con miradas y silencios, con ojos que suplicaban que me quisieras. Necesitaba que vieras mi angustia, que me aliviaras, que no me dejaras solo cuando tenía la necesidad imperiosa de estar lleno de ti, de tenerte junto a mí. Pero todo mi mundo se derrumbó como un castillo de naipes cuando descubrí que era mentira que hay ocasiones en que las palabras sobran. Las palabras solo sobran cuando se ama de verdad, cuando se quiere a alguien mirándolo de frente y quedándote completamente embriagado de él, prendado de él, escondido bajo su piel.

Palabras no emitidas que jamás percibiste, felicidades que tú buscabas en otros lugares lejos de mí, en corazones que no eran el mío. Ahogado en lágrimas manchadas de soledad, mi pecho reventaba de angustia y mis ojos inundados te veían cada día en lugares más remotos. Miraba al cielo buscando la compasión de un Dios tan ausente como tú. Mi dolor era tan grande que por momentos creía enloquecer. Un movimiento interior rompía mi pecho con tal virulencia que llegaba a separar mi consciencia de mi cuerpo.

Una caricia en un momento preciso, una mirada de comprensión y apoyo, un te quiero, una sonrisa cómplice, un gesto de amor en clave… Todo ese mar de cosas necesitaba, pero las necesitaba de ti. Igual que te arropé cuando era fuerte, también te busqué desde la debilidad de mi soledad, de mi tierra no habitada. Todavía aumentaste más la distancia.

Fatigado, apagado, casi ya marchito, envuelto en pena y nadando con los brazos rotos en el lodo, mi vida se debilitaba y quedaba al borde del precipicio de un vacío inmenso, sin fondo. En mis ojos no amainaba la tempestad.

La vida es tozuda y nos impone su realidad, una realidad que en esta ocasión era idéntica a tu deseo. Hay realidades que matan, pero hay que saberlas tragar y digerir. Aunque el dolor me quede para siempre, espero poder dejar pronto tras de mí este terrible sufrimiento.

Reconozco que daría lo que fuera por volverte a ver, decirte a media voz que te amo profundamente, pero que tú también me ames. No te llevaste una parte de mi corazón, te lo llevaste entero. Después de ti sólo quedaba un negro abismo, una caverna horrible e inhabitada. Y lo peor de todo, después de ti, la insensibilidad se apoderó de mí. Era tal el amor que te tenía, que seré incapaz de volver a amar a otra mujer.

Y es que, después de ti, ya solo estaba yo… y también estaba yo solo.

4 comentarios:

kitty dijo...

Que pena que casi todo lo que escribes no sea real, porque una se pone sin querer en el papel de protagonista y espera que exista ese alguien imaginario, ese amor que sientes, y seguro que lo sientes!!! Ocurre que, en ocasiones los sentimientos no necesitan de un receptor, basta con que existan en nosotros para que los lectores, ávidos de literatura y emociones, queramos ponerle rostro. Muchísimas gracias por estos ratitos de literatura.

Noelia Torres Torres dijo...

Pareces haber buscado esta historia dentro de mi corazón, aunque yo nunca sería capaz de reproducir sentimientos, aunque dolorosos, de manera tan bella.
A veces gracias por hacerme reir, hoy gracias por hacerme llorar.

Anónimo dijo...

Eres un privilegiado por tener la capacidad de reproducir sentimientos con palabras, además con tanta profundidad. Un lujo de entrada, aunque triste y melancólica. Creo que a tu personaje se le olvidó que en el amor están prohibidas las conductas pétreas, no se puede estar vendiendo fortaleza, ni guardar silencios, no es muy acertado esperar a que el otro adivine pensamientos y sentimientos, porque se corre el riesgo de que esas conductas sean malinterpretadas y pierdas a la persona que amabas y te amaba.
Si l@ necesitas, díselo!

kitty dijo...

bueno muerte, qué difícil resulta dirigirse a ti con ese nick, yo soy su compañera, vivo alerta porque no estoy muerta, entiendo que este blog es literatura, la realidad la vivimos en el mundo real y no en el virtual, y este blog, en general, intenta mantener su vida personal en el terreno que le corresponde. Esto no es un foro de debate sobre la vida del autor y la mia. En concreto esta entrada puede que la haya inspirado yo...