Siempre había pensado que el amor era un espacio infinito y misterioso, como los cuadros de María Jesús Manzanares. Sin embargo, con el paso de los años, con la experiencia que te da la vida, mi pensamiento sobre el amor se torna ahora justo del revés de lo que siempre pensé. Creo que el amor es un espacio finito y abarcable, no es un hecho tan inmenso como él mismo nos quiere hacer creer o nos hace sentir.
Todos los seres humanos tienen una idea de cómo les gustaría ser amados, bajo qué circunstancias, en qué grado y de qué modo. Y todo aquello que salga de ahí descoloca de tal forma a la persona que comienza a sentir que el amor que recibe, sea el que sea y en la cantidad que sea, no es el correcto. Y aunque sea un amor inolvidable e irrepetible, deja de disfrutarlo porque está más pendiente de cómo moldearlo o de cómo acabarlo que de gozar con un presente único que la vida le regala.
Como sigamos conformando los presentes en base a ideaciones de vida y futuros idealizados, seguiremos generándonos enormes vacíos que nos impedirán vivir justo, justo hasta morir. Y así nuestra vida pasa sin ruido, pero apretando intensamente. De hecho, no hay nada que golpee más fuerte y con más firmeza que la propia vida, que nuestra vida propia.
El amor es un arma letal que siempre llega, no ya sólo cuando él quiere, sino como él quiere. No conozco amor que no haga sufrir, que no tenga un costo elevado, que no arrase el camino que recorre, que no tenga una meta incierta, que no desgaste, que no deje cicatrices dolorosas y muchas veces imposibles de cerrar. Y si algún amor se presentara en otras circunstancias, entonces ya somos nosotros los que nos encargamos de descuadrarlo y hacerlo transitivo hacia los estados anteriormente reseñados.
Me baso en observaciones directas de cuantos seres me rodean para afirmar esto que escribo, pero la observación también es un método científico. Además, está claro que el propio ser humano no está capacitado para vivir un amor en estado puro, un amor ideal. Siempre acogemos al amor bajo sospecha. Si es negativo, que no nos conviene, la fatalidad es visible y vamos recibiendo los fuertes golpes como buenamente podemos hasta que nos noquea y los vaciamos con chorros de vida. Y si el amor es positivo, nosotros recibimos órdenes para reaccionar contra él y dudar, desconfiar y recelar. Pero dejarnos llevar y disfrutarlo plenamente, eso jamás. Pasamos la vida salvaguardándonos de sentimientos y, justo en esa protección que nos damos, amputamos vivencias que podrían llegar a ser simple y llanamente INOLVIDABLES.
4 comentarios:
El amor... es un espacio acotado y con límites, querido Primi, siento mucho contradecirte, pero es así de simple. El amor deberiamos de vivirlo y sentirlo de una manera más sosegada y sin tanta irracionalidad, enagenamiento, idealización y locura (yo me incluyo tambien aquí). Consideramos erroneamente que el amor es lo mas importante en la vida de pareja, lo mas importante sobre todas las demas cosas, pero ciertamente Primi, corazón, el amor tiene sus límites, no todo vale, no es ese espacio infinito y misterioso... ese infinito ilimitado y eterno. Si así fuera, el amor lo justificaria todo, estaría por encima de los derechos humanos, la justicia y la ética. Entraríamos en un "todo vale" donde el "ser para el otro" quedaría automáticamente validado y el "ser para sí" sería considerado herejía. No importa qué digan los románticos: ser incondicional en el amor, amparado en la quimera del amor verdadero, promueve el sufrimiento, el desinterés por uno mismo y la renuncia al yo.
Si el amor romántico, poético-artístico y celestial es ilimitado infinito, misterioso, y no conoce condiciones, el amor terrenal las necesita. Basta mirar cualquier dato sobre maltrato. Un Saludo y permíteme que te recomiende el libro "Los límites del Amor" de Walter Riso
El amor hace que la realidad sea mejor que los sueños.
Dios, que bonito cuando te dicen,
TE AMO... Pues eso.
Sorprendente tu entrada!! No optante, creo que el amor nos da la felicidad, nos hace el camino de la vida más facil, nos permite ilusionarnos y seguir creciendo a base de nuevas experiencias, ilusiones y desafios; y aunque, tal y como tú bien has dicho, nos desgasta, también nos fortalece, nos reanima y en muchas ocasiones, nos rejuvenece.
Primitivo, si admiración es sinónimo de amor, tenlo presente, pues creo que tiene a media (¡que digo media!), a Extremadura entera, enamorada de ti.
Gracias por ser como eres. Un abrazo muy muy fuerte.
El Amor es eso que hace que siempre que tienes oportunidad hagas guiños al amado, dejar mensajes con nombre en tu blog y declararse públicamente ese "afecto". Que la otra persona amada lo copie en su blogg y lo agradezca publicamente, que se note que se ama, aunque no forméis una pareja, por circunstancias ajenas a vuestros verdaderos deseos... Oh cuanto amor, y ese no se rompe, ni se olvida, sólo se admira, y los demás sólo podemos ver como tiráis por la borda lo que podría haber sido y no es o si es?. Y por eso es amor, porque no se desgasta con el día a día, se ha quedado ahí suspendido en el tiempo, sólo este tipo de amor existe, el de diario es otra cosa.
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